El gran masturbador
El gran masturbador (1929)
Este lienzo pintado por Dalí en 1929 queda una de sus obras más difíciles de entender a causa de su complejidad y de sus elementos saliendo más o menos del inconsciente del artista.
Primeramente, el mismo título hace inmediatamente referencia a la sexualidad. Por lo que se refiere a la pintura, representa a una multitud de “dibujos enigmáticos” con poca coherencia y muchas metáforas.
Siendo difícilmente descifrable, podemos tratar de recurrir a la historia del pintor y los acontecimientos memorables de su vida que han permitido a Dalí expresar sus fantasías de manera indirecta.
Podemos ver a la derecha del cuadro una mujer masturbadora y un joven que muestra no erección.
Podemos explicar que esta no erección está provocada por una angustia terrorífica de cometer el incesto. El artista hace alusión también a la castración.
Podemos notar que el león representa la pasión, el deseo y sacando la lengua explicita a la mujer masturbadora. Mientras que el saltamontes simboliza la angustia que le impidió hablar.
Las hormigas sobre el saltamontes traducen quizás este miedo y temor de la sexualidad porque simbolizan la muerte, la podredumbre y la descomposición.
Además, Dalí se jactaba de ser impotente lo que puede explicar su tendencia a pintar formas flojas.
Para acabar, hay numerosas alusiones sexuales en este cuadro: la forma fálica del insecto, los pelos pubianos diseminados, y el orificio vaginal que acentúa el lado « molesto » de esta escena.
Esta obra es una metáfora compleja, no podemos explicarla enteramente. La ambigüedad subsiste.