El enigmo del deseo: mi madre, mi madre, mi madre

Publié le par Céline et Pauline

El Enigma del deseo: mi madre, mi madre, mi madre (1929)

 



Este cuadro está expuesto actualmente en Múnich.

 

Raramente, este cuadro nos hace pensar en el Gran masturbador comentado la última vez. En efecto fueron pintados durante el mismo año. Así, encontraremos casi los mismos temas en este cuadro.

 

Aquí, Dalí liberó otra vez su inconsciente e exhibió sus obsesiones sexuales, las cuales están muy presentes en sus pinturas.

 

Este cuadro es una escenificación de sus relaciones con su madre; Dalí expresa así sus complejos sentimientos hacia su madre con la cual había sido muy ligado.

 

Representa una cara de perfil de la cual surge una especie de roca erosionada de la misma forma que la del “gran masturbador” y que es agujereada de alveolos, se levanta hacia el cielo. En cada cavidad, podemos leer las palabras “mi madre”, y además en la parte de la roca que se dirige hacia el cielo, los alvéolos están vacios. Por fin, esta parte se termina por un león sacando la lengua (símbolo del deseo, de la potencia y de la pasión).

 

Podemos notar que en relación con la cabeza de león, Freud escribió que la presencia de un animal salvaje representa impulsos sexuales que la persona (entonces Dalí) teme dejar salir.

 

En efecto en "El gran masturbador” y también aquí en El enigma del deseo Dalí desarrolló sus obsesiones (el sexo, lo flojo, lo putrefacto de la materia).

 

Por lo que se refiere al sexo, el titulo del cuadro hace referencia al complejo de “oedipe” que Freud – gran amigo de Dalí - analizó como el temor de la castración.

 

Aquí, este temor está materializado por un saltamontes (elemento común con el Gran Masturbador, en efecto Dalí tenía miedo de estos insectos en la infancia) a la izquierda de la pintura al lado de un personaje habiente un cuchillo que hace alusión a la castración.

 

Por lo que se refiere a la putrefacción de la materia, podemos pensar en que esta roca llena de alveolos representa la desintegración con el tiempo que pase (y la razón por la cual no hay más palabras “mi madre”….Se borraron con el tiempo quizás).

 

Podemos concluir por el hecho que a través estas pinturas provocadas, Dalí dio realidad a sus delirios, a sus sueños. Podemos también notar que su actitud provocadora, su impudor y su desmedido amor al dinero escandalizaron a los propios surrealistas, que lo expulsaron en 1933 del grupo.

Publié dans Otras obras de Dali

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